Desde el Movimiento por la Paz, la Soberanía y la Solidaridad entre los Pueblos, Mopassol y Un mundo más allá de la Guerra, saludamos fraternalmente al pueblo venezolano en un día tan importante para la paz de Venezuela y del continente.
Hacemos un llamado a respetar la voluntad popular expresada en las urnas en el día de hoy. Los pueblos de nuestra América en el siglo XXI han enfrentado una guerra de distintas intensidades y modalidades a lo largo y ancho de su extenso territorio.
Se ha sufrido esta guerra imperial, en forma de golpes de estado duros y blandos, bloqueos económicos y financieros, lawfare, intentos de invasiones, de magnicidios, gracias a la militarización imperial de todo el continente. Esta guerra ha profundizado la desigualdad en nuestra región, que ostenta el primer lugar en desigualdad en el mundo y ha generado una gran crisis migratoria que sufre América Latina y el Caribe.
El proyecto imperial en Venezuela ha buscado la deshumanización total del pueblo venezolano, buscando que toda acción de guerra hacia Venezuela y su pueblo sea ajena a la empatía y la solidaridad humana. Como en toda guerra, la mentira ha sido la gran herramienta de esa deshumanización. A pesar de ello, Venezuela llega hoy a las elecciones presidenciales con la paz como bandera y piedra angular de su sistema democrático.
A la comunidad internacional le exigimos el respeto a la Convención de Viena y demás tratados internacionales, a fin de que se respeten las Embajadas y el cuerpo diplomático venezolano en todo el mundo. Condenamos cualquier violación del derecho internacional y el principio de autodeterminación de los pueblos.
Hacemos un llamado al gobierno argentino en particular, para exigirle el respeto al derecho internacional y el cumplimiento de su obligación de proteger y garantizar la seguridad del local y personal diplomático venezolanos.
La consolidación de la paz como derecho humano de los pueblos, es el triunfo que más anhelamos en nuestra América. Hoy puede ser el día más importante en esa dirección si Venezuela y su pueblo son respetados conforme el derecho internacional.
En Buenos Aires, el 28 de Julio de 2024.