La quinta pata de la ayuda norteamericana

Por Juan López Páez


La derrota de la OTAN en el plano de la competencia militar-industrial con la Federación Rusa, se combina con el consiguiente fracaso de la contraofensiva de Ucrania y los posteriores avances de Rusia en el terreno. 

El complejo militar-industrial ruso es capaz de mantener el mismo ritmo, escala y alcance de la operación militar especial en curso en Ucrania a pesar de las sanciones en su contra, mientras que 30 países occidentales del Millón de Oro (The Golden Billion) liderados por EEUU no pueden hacerlo colectivamente. 

El Golden Billion se rige por un “Orden basado en reglas” neocolonial que impone Occidente al resto del mundo bajo el mandato de EEUU, que prevé una división racista del mundo en un grupo privilegiado de países que a priori tienen derecho a cualquier acción y el resto del mundo está obligado a seguir la huella y servir a sus intereses (el verde Jardín y la Jungla exterior de Borrell es una expresión explícita) 

La esencia de la ayuda estadounidense a Ucrania  

El Congreso estadounidense ya había aprobado cuatro proyectos de ley de gasto para Ucrania por un total de 113.000 millones de dólares desde el inicio del conflicto en febrero de 2022. Desde hace meses la presión ejercida para la aprobación de una nueva ayuda ha sido muy grande, una fuerte campaña destinada a operar sobre la opinión pública de diversos analistas y think tanks vinculados al Departamento de Defensa (DoD) han insistido sobre el posible colapso ucraniano inminente sin una ayuda inmediata, al final el 23 de abril, el Senado estadounidense votó a favor del proyecto de leyThe Ukrainian Military Assistance Act” de ayuda a Ucrania, bloqueado en el Congreso desde hace seis meses. Asigna fondos del presupuesto federal estadounidense para el año fiscal 2024 en forma de “asignaciones suplementarias para departamentos y agencias federales para responder al conflicto en Ucrania”.   

En palabras de Biden, el paquete de ayuda: “hará que EEUU sea más seguro. Hará que el mundo sea más seguro. Y continúa el liderazgo de EEUU en el mundo” 

La financiación de ayuda económica bajo esta ley de los 60.840 millones de dólares incluye:  23.170 millones de dólares (38,08% del monto total) en ayuda militar directa al ejército ucraniano se destinarán para recomponer los propios arsenales del país norteamericano. 14.000 millones de dólares para la Ukraine Security Assistance Initiative (USAI), programa de financiación liderado por el Departamento de Estado  que ayuda a entrenar al ejército de Ucrania y proporciona equipos e iniciativas de asesoramiento. 

Más de 11 mil millones de dólares que financiarían las actuales operaciones militares estadounidenses en la región, formación estadounidense de militares de la UAF (fuerzas armadas ucranianas), y mejorarían las capacidades del ejército ucraniano e impulsarían la colaboración de inteligencia entre Kiev y Washington. 

9.000 millones de dólares en asistencia económica no militar se transferirán para apoyo presupuestario directo a Kiev que excluye el pago de pensiones, al ser en forma de préstamo, no de ayuda. Aunque el Congreso asigna los fondos, es el Presidente por medio del Departamento de Defensa quien tiene el control sobre los envíos de equipos a través de dos instrumentos principales: la PDA (Presidential Drawdown Authority) y la USAI (Ukraine Security Assistance Initiative) como ha ilustrado  Biden en los últimos meses, retrasando el gasto de fondos. 

El 24 de abril la administración Biden anunció una nueva e importante Asistencia de seguridad para Ucrania por un valor estimado de 1.000 millones de dólares a través del PAD (Presidential Drawdown Authority) que incluye capacidades para respaldar las necesidades más urgentes de Ucrania, artillería, vehículos blindados y armas antitanque, indicó el Pentágono. 

El 26 de abril el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin en rueda de prensa al cierre de la reunión del grupo de Ramstein, en el que EEUU confirmó que los primeros USD 1.000 millones de nueva ayuda militar a Ucrania están en camino:  “Estoy encantado de poder anunciar un compromiso adicional para la iniciativa de asistencia de seguridad de Ucrania. 

Eso nos va a permitir procurar nuevas capacidades para Ucrania por parte de la industria estadounidense”. 

La tan esperada renovación de la ayuda militar estadounidense a Ucrania para intentar revertir el progreso constante de las Fuerzas Armadas rusas en el Dombás no resolverá los déficits de producción —en particular de municiones— ni la falta de mano de obra en las fuerzas ucranianas, además la posible reelección de Trump en noviembre amenazaría considerablemente la ayuda estadounidense a Kiev. 

A río revuelto, ganancias de pescadores  Los 61.800 millones de dólares resultan insignificantes en comparación con el presupuesto de casi un billón de dólares del Pentágono, que representa aproximadamente el 40% de los gastos militares de los países de todo el mundo, según se desprende del informe del Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI) para 2023. 

El gasto en defensa de EEUU aumentó en 55 mil millones de dólares entre 2022 y 2023.   

“Casi todo el dinero que se destinará nominalmente a Ucrania permanecerá en la economía estadounidense y en el complejo militar-industrial de EEUU", recalca el politólogo Dmitri Kim. 

La guerra es "buena para los negocios", dijo un reclutador de BlackRock al O'Keefe Media Group, reconociendo cómo la convulsión bélica puede crear oportunidades de ganancias. 

BlackRock es una de las empresas de gestión de activos más grandes del mundo y posee acciones en varias empresas de la industria de defensa   En enero de 2022, los principales contratistas de armamento estadounidenses alabaron el deterioro de la paz y la seguridad mundiales como una oportunidad de negocio para sus inversores y empleados. 

En particular, el director ejecutivo de Raytheon, Greg Hayes, declaró que un posible conflicto militar de Ucrania y las tensiones en la región de Asia-Pacífico crean "oportunidades para las ventas internacionales". 

El consejero delegado de Lockheed, James Taiclet, pronosticó que los 740.000 millones de dólares del Pentágono en defensa seguirían creciendo en 2023 debido a la creciente inestabilidad. Los cinco grandes contratistas de defensa de EEUU —Lockheed Martin, RTX (antes Raytheon), Boeing, Northrop Grumman y General Dynamics— estaban preparados antes de que se pusiera en marcha la operación militar especial rusa. 

Sólo los "Cinco Grandes" rutinariamente dividen más de 150 mil millones de dólares en contratos del Pentágono anualmente, o casi el 20% del presupuesto total del Pentágono, según un artículo publicado por The Nation. 

En mayo de 2023, CBS News reveló que el Pentágono ha estado pagando de más por casi todo, desde radares, misiles y helicópteros hasta las tuercas y tornillos tras los resultados de una investigación de seis meses sobre "lo que solo puede describirse como un aumento abusivo de precios por parte de los contratistas de defensa estadounidenses".  

Los resultados están a la vista, las acciones de las cinco grandes compañías experimentaron un crecimiento impresionante durante el primer año del conflicto. 

Según el Quincy Institute for Responsible Statecraft, las acciones de Lockheed Martin, RTX, Boeing, Northrop Grumman y General Dynamics habían aumentado su valor un 12,78% de media entre febrero de 2022 y febrero de 2023. 

El centro analítico descubrió que sus acciones, de media, superaban al S&P 500 en un 17,82%, al índice compuesto Nasdaq en un 23,88% y al Promedio Industrial Dow Jones en un 12,71%.


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